Hacer algo sencillo es muy complicado

Especificar mucho de lo que va a ir el blog es sinónimo de muerte prematura...Un blog que está abierto a más cosas que las previstas admite mayor futuro. Aunque creo que ya planeo demasiado. Tal vez hable de la vida, pues al fin y al cabo, soy "uno de los que pasaba por allí" @IgnacioHernandz

domingo, 18 de diciembre de 2011

Felicidad insuflada

Vaya títulos mas raros pongo para el blog,¿verdad? Créeme, me encantaría poner títulos mas normales, pero no hay otra manera de expresarlo. Éste en especial se refiere a uno de los múltiples efectos colaterales de la magia. Lo peor es que hasta ahora no me había dado cuenta de ello.

Hoy he decidido compartir mi magia. En un arrebato, acepté actuar (en parte no me quedaba otra, porque ya me habían incluido en el elenco sin consultar)para, en un principio, una docena de ancianitos en silla de ruedas. Esto supuso para mí el despolvar una ingente cantidad de efectos que había abandonado: las tres cuerdas, la cuerda y el aro (más adelante en vídeo), los f""s p"""s (sólo para magos, jeje), la bolsa y el huevo en sistema Tarbell, la bolsa de cambio en Zipper...En resumen, trucos vistosos para gente que por desgracia habían perdido velocidad a la hora de captar la realidad. El problema verdadero se me ha planteado cuando, a causa del rechazo de algunos a ir, debido al mal tiempo, han decidido invitar a más gente, no ensillada. Y a mí, que había estado planeando un guión con un orden determinado de juegos, me ha supuesto reordenar el espectáculo (reducirlo a tan sólo 10 minutos, cuanod yo ofrecía más de 30) , y dejar la artillería pesada para próximas actuaciones que me han garantizado.

Me he presentado allí, y no tenía ni mesa, ni tapete, ni ningún lugar donde apoyar mi maletín, y me tocaba después de Dolores, la mujer de las Castañuelas. Tenía un tiempo de exactamente 7 minutos más o menos para reorganizar mi espectáculo y preparar todo. Adiós a la carta impresa en el pañuelo, a la magia del azúcar de Luis Piedrahita...Y han pronunciado mi nombre: ¡Ignacio, el mago! Los nervios por si me equivocaba, por si la gente no me aceptaba, si el público era difícil, si había elegido bien los juegos...todos ellos han desparecido al hacer acto de presencia y mirarlos a la cara...¡Más de 100 ojos mirandome! Con atención, interés..pero sobre todo, alegría y respeto, junto con esa clase de sonrisas que te infunde calor a las manos, en ese momento gélidas por los nervios, y que insuflan una felicidad indescriptible y sólo te hacen pensar: vamos allá.

El resto de la velada ha ido sobre ruedas: a la primera voluntaria le he sacado su carta elegida y firmada de mi boca: a los segundo les he hecho comportase como auténticas gallinas para hacer aparecer huevos de verdad dentro de una bolsa, y al tercero le he hecho imaginarse que sus dedos eran unas afiladas tijeras que cortaban cualquier cosa. Y todo se han despedido con sonrisas, con abrazos, con dos besos y diciendo: "Qué labia, qué salero, ni Tamariz"...Y lo que es mas importante: además de sonreír y de aceptar esos comentarios (que no me deben hacer creerme superior para nada, pues eso es un estorbo en el camino de la magia), me he dado cuenta de que todos estos meses haciéndome magias a mí mismo y rechazando hacer trucos hasta a mi propia familia, han dado su fruto: no me he mirado a las manos, les he mirado a los ojos, he hecho gags, he interactuado...he creado MAGIA.

He creído conveniente escribir esta entrada para que veais, los que me conoceis, el apasionado amor que siento por este arte y que se esconde detrás de mi. Y que veais los ardorosos deseos que tengo de que en las próximas veladas consiga crear ese ambiente distendido pero silencioso, respetuoso, alegre y ante todo, onírico y mágico. Así sea.


1 comentario:

  1. La pasión se nota, no hacía falta la entrada. Eso sí, ahora nadie te libra de una sesión de magia exclusiva para mis niñas :)

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